Los materiales Montessori son experimentales, es decir, están diseñados para que los bebés y los pequeños los manipulen utilizando los cinco sentidos. Pretenden ser naturales y neutros en colores, por lo que se caracterizan por ser de maderas, no llevar colores muy vivos y no producir ruidos chillones.
Objetivos de los materiales Montessori:
- Unos de los objetivos que persiguen los materiales Montessori es el poner en práctica un pensamiento abstracto a través de lo concreto, de lo tangible.
- Aumentar el tiempo de concentración en una actividad no digital, algo que ahora resulta aún más necesario poner en práctica debido a la presencia continua de los dispositivos digitales.
- Practicar y desarrollar la motricidad fina y con ella la coordinación óculo-manual (ojo-mano).
- Potenciar el desarrollo cognitivo infantil a través de la manipulación del material Montessori.
- Aprender los conocimientos de forma ordenada por lo que estos materiales están divididos en varias áreas de conocimiento que María Montessori concretó en materiales: de vida práctica, sensoriales, del lenguaje, matemáticas, educación cósmica.
- Los materiales Montessori permiten aprender a gestionar el error; son autocorrectivos, es decir, el niño o la niña sabrá si ha realizado bien la actividad sin que un adulto se lo comunique y volver a realizarla perfeccionando la técnica.
- Montessori pretende el aprendizaje del saber esperar.
Características de los materiales Montessori:
- Diseñados con elementos naturales como la madera, el vidrio, el metal …
- Adecuados al tamaño del niño.
- Manipulativos para que puedan aprender con sus manos.
- Repetitivos, con el objetivo de fijar bien el conocimiento adquirido.
- Secuenciales. Esto quiere decir que sigue una secuencia, un orden de uso. Hay que saber el orden de cuándo darle estos objetos Montessori.
- Son concretos y progresivos, es decir, están creados para ir de lo concreto a lo abstracto, permiten el aprendizaje gradual hasta una mayor dificultad.
- Reales, los materiales permiten al niño realizar actividades reales y no simbólicas. Por ejemplo, barrer, fregar, servir agua, etc.