Cuando nace un nuevo bebé en la familia pueden surgir celos en el hermano mayor. Este puede reclamar más atención a los padres y sentir rivalidad hacia el recién nacido.
Cuando nace un nuevo bebé suelen surgir celos en el hermano mayor y cambios en la interacción hijo-madre:
Cambios por parte de la madre con el primogénito:
La madre dedica menos atenciones al hijo o hija primera; cambia su consideración hacia él pasando a creerlo mayor de golpe; le exige y castiga más.
Cambios en la conducta por parte del niño cuando hay celos por un hermano:
El niño aumenta sus conductas de apego y reacciones negativas para con la madre; tiene sentimientos y conductas de celos hacia el hermano menor; puede también manifestar otros numerosos síntomas sustitutivos como forma de protesta por la situación, como por ejemplo rechazar la comida o pataletas a la hora de ir a la guardería, vómitos y otras somatizaciones.
Pero este comportamiento, irá menguando y modificándose paulativamente a medida que el hermano mayor observe que él sigue siendo querido y no será sustituido. Los celos del hermano mayor se regularán y se disiparán, en una situación familiar normal.
Se irá creando poco a poco un subsistema entre los hermanos que se basará casi siempre en una relación de apego donde el niño comprenderá que sus progenitores comparten dicho apego con él al igual que con el bebé y no ha perdido la completa atención en su cuidado. A partir de ahí las relaciones pueden ser conflictivas en numerosas ocasiones, pero se creará una fuerte vinculación entre hermanos con las mismas características del sistema de apego (típico de una familia):
Ainsworth, afirma que hay numerosas observaciones que avalan esta relación de apego entre hermanos:
- Los hermanos mayores ofrecen con frecuencia cuidados muy similares a los de la madre.
- Entre hermanos pequeños, de 3 a 4 años, tienen conductas de apoyo y cuidado cuando no está la madre (en el colegio, por ejemplo). Y también en otras edades cuando el ambiente es desconocido se ofrecen seguridad y consuelo.
- La ansiedad y tristeza en las separaciones con los progenitores disminuye si existe la presencia de un hermano.
- El periodo de adaptación a la escuela infantil es más llevadero al saber que hay un miembro de la familia cerca del niño.
Las razones que hacen posible este vínculo entre hermanos son muchas: viven en presencia continua el uno con el otro (u otra), lo que produce máxima familiarización, comparten numerosas experiencias emocionales, tienen momentos lúdicos que les hace querer tener la presencia del otro (u otra), y normalmente son educados para quererse y dar cariño al hermano o a la hermana. Por lo tanto, se sienten dentro de un mismo círculo y la presencia del otro no les extraña.